Foto: Camila Bordamalo. En algún pueblo olvidado de Quintana Roo. |
Lo
último que quiero es convertir cuentos al borde de la locura en un blog con
artículos sobre superación personal,
tendría más éxito en la sociedad y hasta podría ganar un dinero nada
despreciable, pero estaría cometiendo una traición a la literatura. Después de
decir esto se me quitan las ganas de escribir sobre eso de cambiar la vida de
uno y bla bla bla, pero como no se me ocurre nada menos baboso que decir hoy, y
quiero decir algo para que no se pierda la costumbre de decir cosas, diré que
si uno no está contento con la vida que lleva, cosa que debe pasarle al 90% de
la gente, debe hacer algo para destruir el estado imperante de las cosas. Si
no se está sintiendo bien es porque hay cosas fuera de su lugar o en el lugar
equivocado; con cosas me refiero a hechos, personas, lugares…es preciso
reordenarlo todo, pararse un momento (dure lo que dure ese momento) mirar
alrededor y detectar las fuentes de malestar, las cosas fuera de lugar, las que
están en el lugar equivocado, los errores cometidos, los aciertos. Echar
de la vida de uno a quien sea preciso, establecer prioridades, asimilar la
lección, saber por qué se llegó a ese estado, saberlo y estar atento para que no
suceda en el futuro emprendimiento, pues después de reordenar hay que re-emprender.
Hay
que romper lazos y vínculos que se han demostrado nocivos, infructuosos o
tediosos, debe eliminarse toda fuente de mala vibra. No debe uno temerle a
nada, si hay malestar no hay que aferrarse. Que no nos de miedo renunciar a un
trabajo que nos hace infelices, que no nos de miedo la adversidad, no perdamos
de vista el ideal. Desechemos lo que nos distrae de él que toda
distracción es obstáculo. Que no nos de miedo acabar una relación
inconveniente, estéril. Que no nos de miedo acabar un par de amistades. Que no
nos de miedo intentarlo en otro lugar. Sólo vendrán cosas buenas, el eliminar
de la vida la mayor cantidad de fuentes de conflicto le abre espacio a las cosas
buenas, la probabilidad de que éstas lleguen aumenta. Si hay malas
personas alrededor de uno no llegarán las buenas, saldrán repelidas. Se trata
de elevar la energía interna y la energía circundante. El
cambio deber ser enérgico, categórico, no sirven las medias tintas, lo que no sirve que no
estorbe.
Aveces hay que botar lo viejo para estrenar.
Aveces hay que botar lo viejo para estrenar.
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