11/15/2013

EL CUADRO

Ayer, mientras trabajaba, el cuadro que colgaba de la pared encima de la mesa de trabajo llamó mi atención por un leve movimiento, supe entonces que se iba a caer, se trataba de una advertencia. Lo descolgué y lo puse en el sofá. No sé que hacer, siento que si lo cuelgo de nuevo se caerá encima del computador y la impresora. Verlo ahí, sobre el sofá, me hace sentir que estoy de trasteo. Lo más prudente es esperar unos días hasta que sienta que el peligro se fue. Algo me lo dirá. Simplemente lo sabré. 



EL LIBRO

C tiene a la China en su destino, eso se hizo evidente desde que era un niño chiquito y luego no ha hecho más que comprobarse, cuando C reparó en mi biblioteca sus manos se dirigieron rápidamente al I CHING y no a cualquier otro de mis libros. C no conocía el I- CHING, no lo había visto nunca. Lo consultamos, C le preguntó sobre su destino en la China, y el oráculo, inusualmente generoso, pidió ser consultado por segunda vez. 



Textos e ilustraciones: Camila Bordamalo García

Se aplaza la exposición por problemas en la central eléctrica del centro de Bogotá

Por los problemas eléctricos en el centro de Bogotá, la exposición queda aplazada hasta el 6 de diciembre. Lo siento

11/14/2013

Dibujo libre

Mañana se podrán ver desde las siete pm los cuadernos de 21 artistas, la mayoría colombianos y algunos de otros países suramericanos aquí en Bogotá en el espacio 101 Cll 19 No 7-71. La colección llega a Bogotá después de su paso por Argentina y estoy segura de que les va a gustar. No se la pierdan


11/13/2013

La revolución del 2100



En el 2100 la revolución se marcó por un gran número de cosas complejas y diversas, pero estoy segura de que las directas responsables, o la principal causa de dicha revolución fueron las empresas para reparación de gente rota y las empresas fabricantes de somnífero para la muerte. Su aparición cambió para siempre la percepción de la vida, y en los primeros tiempos causó una confusión tremenda que acabó con buena parte de la población. Por aquel entonces todo el mundo se rompía de vez en cuando, la gente seguía buscando el amor y estrellándose cada tanto, o más bien, estrellándose continuamente.

La primera empresa de reparación de gente rota apareció en una ciudad de Suramérica, eso es seguro, aunque hay quienes sostienen que apareció en Ciudad de México. Yo creo, como la mayoría de historiadores, que fue en Bogotá. El tratamiento era sencillo, la daban a uno una bebida que al cabo de unos minutos lo ponía a vomitar, la gente vomitaba una especie de roca rodeada de una espuma blanca e inodora y salía como nueva, esto funcionaba únicamente para la gente que se había roto por una pena de amor, pero curiosamente en ese entonces esta era la causa del 100 por ciento de las rupturas, fue después que la gente empezó a romperse por causas diferentes.

Como era de esperarse, la cura a las penas de amor terminó provocando otro tipo de penas, por aquello de que a todo antibiótico le sale un nuevo enemigo más resistente. Hubo quienes se resistieron a la tendencia del mercado: acudir a las empresas de reparación de gente rota, pero fueron pocos y al final igual sucumbieron porque los beneficios saltaban a la vista. Como cualquiera podía curarse fácilmente del roto dejado por las penas de amor, la gente se precipitó al amor y por un tiempo  tuvo la ilusión de felicidad, o  fue realmente feliz,  hasta que el tiempo trajo rupturas por otras causas, como ya dije.

Es un tema complejo este de las empresas de reparación de gente rota, siga leyendo aquí en Hoja Blanca.