En
el 2100 la revolución se marcó por un gran número de cosas complejas y
diversas, pero estoy segura de que las directas responsables, o la principal
causa de dicha revolución fueron las empresas para reparación de gente rota y
las empresas fabricantes de somnífero para la muerte. Su aparición cambió para
siempre la percepción de la vida, y en los primeros tiempos causó una confusión
tremenda que acabó con buena parte de la población. Por aquel entonces todo el
mundo se rompía de vez en cuando, la gente seguía buscando el amor y
estrellándose cada tanto, o más bien, estrellándose continuamente.
La
primera empresa de reparación de gente rota apareció en una ciudad de
Suramérica, eso es seguro, aunque hay quienes sostienen que apareció en Ciudad
de México. Yo creo, como la mayoría de historiadores, que fue en Bogotá. El
tratamiento era sencillo, la daban a uno una bebida que al cabo de unos minutos
lo ponía a vomitar, la gente vomitaba una especie de roca rodeada de una espuma
blanca e inodora y salía como nueva, esto funcionaba únicamente para la gente
que se había roto por una pena de amor, pero curiosamente en ese entonces esta
era la causa del 100 por ciento de las rupturas, fue después que la gente
empezó a romperse por causas diferentes.
Como
era de esperarse, la cura a las penas de amor terminó provocando otro tipo de
penas, por aquello de que a todo antibiótico le sale un nuevo enemigo más
resistente. Hubo quienes se resistieron a la tendencia del mercado: acudir a
las empresas de reparación de gente rota, pero fueron pocos y al final igual
sucumbieron porque los beneficios saltaban a la vista. Como cualquiera podía
curarse fácilmente del roto dejado por las penas de amor, la gente se precipitó
al amor y por un tiempo tuvo la ilusión
de felicidad, o fue realmente feliz, hasta que el tiempo trajo rupturas por otras
causas, como ya dije.
Es un tema complejo este de las empresas de
reparación de gente rota, siga leyendo aquí en Hoja Blanca.
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