Este miedo paralizante que yo tengo viene de atrás, de una vida pasada en la que fui zancudo y tuve que presenciar con horror la muerte de algunos de mis amigos y familiares. Caían sin previo aviso, ninguno pudo ver nunca las telarañas, ninguno podía ver la muerte. Yo le temía a las telarañas y ese miedo era espantoso porque de todas formas no me podía quedar quieto; debido a mi condición de zancudo me movía todo el tiempo, era por mi especie*, no podíamos quedarnos quietos en el aire, tampoco podíamos ver las telarañas. Yo vivía con terror, moviéndome atropelladamente hasta que un día me arañó la tela. Perdón, me teló la araña.
* Trémulus temerosus.
* Trémulus temerosus.
2005
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