1/29/2012

Hace falta estar más high.

Hace falta estar más high para escribir algo cuya fuente sea mi experiencia vital. Hace falta estar más high para olvidar que ya sé como es el mundo, conozco la condición humana y no me hago falsas esperanzas. Sé cuál será el final y cómo terminará todo, lo sé desde el comienzo y lo veo desfilar ante mí luego.

Hace falta estar muy high para fingir sorpresa. Para olvidar. Para dejar el fiel rasero. El final se viene como una avalancha y yo intento darle otro cauce, efectuar rápido el cambio de agujas, aunque lo veo venir pronto, siempre es demasiado tarde y lo mejor es apartarse del camino impotente. Quizás endurecerse cual roca.

1/18/2012

Un europeo en América

Tengo que ponerme en los zapatos de un europeo en América antes de que llegara Colón y contar todo lo que veía y lo que pasaba a su alrededor... Se vuelve muy divertido sobre todo porque no logro deshacerme de mi lenguaje y evitar el trágico y absurdo sentido del humor post moderno que hace que el escrito no sea tomado en serio y se convierta un poco en una comedia. No me importa, mejor que la gente se ría. Arrancarle sonrisas al lector es bueno. El problema es que a medida que avanzo, el personaje va siendo cada vez más yo y menos él y por más que trato de encontrar lo que podríamos tener en común un caballero del Temple y yo para poder escribir más cómodamente sin dejar de ser yo y sin que él deje de ser él, no es tan fácil. Si hubiera vivido en esa época habría sido un hombre o una mujer sencilla que vive alejada del poder y tranquila en el campo, tratando de hacer todo lo necesario para mantener la paz en su vida, así como hoy soy una persona con una vida tranquila y alejada del poder. Siempre estaré detrás del telón, no me gustan los roles protagónicos. Estoy para observar no para actuar.

Pero volviendo al tema de meterse en la piel de ese personaje, creo que estaría aterrorizada con "la danza de los cautivos", no disfrutaría al ver como les sacaban el corazón o los despeñaban templo abajo y los sacerdotes los desollaban y se ponían sus pieles encima. Tampoco podría comer luego del muerto ni ver su cráneo deformado tras la cocción sin que se me rayara el coco. Me parecería insoportable que creyeran que soy una Deidad y les tendría un pavor sin límites.

1/10/2012

Escritora fantasma

Iba por la vida diciendo: soy escritora, y un buen día alguien me contrató para escribir ficción, una novela histórica. Hasta entonces siempre había escrito lo que se me ocurría a mí, lo que venía de mi mente, de mis emociones, de mi mundo. Recibiría dinero por escribir lo que se le ocurría a otro, lo que venía de la imaginación de una persona de un mundo diferente al mío, un mundo desconocido para mí. Era un reto fantástico. ¿Quien dice que ser escritor es escribir exclusivamente lo que proviene de uno? ¿Quien dice que el arte no es también oficio? Un buen escritor debe poder escribir también una historia del todo ajena, pensé. Tenía la oportunidad de medir mis habilidades y de mejorar mi técnica siguiendo unos requerimientos provenientes del exterior.

Un escritor escribe, así es que no podía negarme. Desde entonces escribo la historia de otro. El trabajo de escritora negra o fantasma me ha obligado a ver la escritura de manera exclusivamente racional ya que, al no tratarse de una historia propia, no hay ningún componente emocional. Esta experiencia de la escritura enriquece la técnica, he tenido que ampliar mi vocabulario, describir y expandirme en detalles- algo que nunca hacía, pues escribo cuento corto-, releer mucho más que antes para poder controlar minuciosamente el ritmo, consultar el diccionario más que nunca, leer escritores que nunca habría leído por ser de un género distinto a los de mi gusto personal, crear atmósferas, narrar algo más que situaciones. Ser escritor negro es además la oportunidad de probarse como escritor de otro género sin pagar las consecuencias pues el nombre no aparece. Ser escritor fantasma es ya una historia propia, material para escribir algo en el futuro cuando la historia haya terminado. ¿Quién contrata a un escritor negro? He ahí la historia.

1/05/2012

El primer post del 2012

Regreso después de una larga ausencia. No había tenido antes el espacio para escribir, pero la última vez que me senté a escribir en serio se me ocurrieron estas reglas, me parece que si uno las sigue es más probable que el escrito quede bien:


1. Ceñirse al uso de la gramática tradicional si se quiere que el escrito sea claro y el estilo ameno.
2. Evitar los superlativos, no abusar de los adjetivos ni de la coma.
3. Si se está escribiendo micro relato, entre menos palabras mejor. El exceso de palabras banaliza.
4. Si se va oír música mientras se escribe más vale que esté bien seleccionada para que el ritmo de la música no interfiera negativamente con el ritmo del escrito.
5. Releer constantemente, el escrito debe tener ritmo para que leerlo sea agradable.

Por último me parece que vale la pena agregar que para ser un buen escritor es preciso leer mucho y ampliar el vocabulario. A medida que se me ocurran nuevas reglas las iré escribiendo, me gustaría mucho que ustedes agregaran las suyas. Sé que hay muchas reglas dadas por escritores buenos y conocidos, pero quise sacar las mías antes de consultar las de ellos, ojalá ustedes compartan conmigo unas que también hayan sido "descubiertas" durante su quehacer.