Sin
duda un festival de cine en Barichara es una magnífica idea, Barichara es un
gran escenario y no todos los festivales tienen la fortuna de contar con un
espacio como las antiguas bodegas de la Colombiana de Tabaco, sin embargo el
festival es una oda a la mediocridad, es una lástima que las buenas intenciones
de sus organizadores se queden sólo en publicidad. El evento es una farsa.
Que
pesar que teniendo tantos patrocinadores y el apoyo del Ministerio de Cultura y
de la Gobernación sus organizadores no puedan hacer otra cosa que sepultar el
festival, ¿no hay en Santander gente profesional que pueda organizar un evento
de esta magnitud y no se quede sólo en publicidad y grandes ambiciones? Muy
buena su intención de traer cultura a Barichara, pero subestiman al público de
un modo vergonzoso. El público de Barichara es gente que ha tenido acceso
a la cultura y los que no lo han tenido
no son tan ciegos para no notar las fallas. Pero para que no se crea que hablo
sin razones voy a explicar en qué consisten esas fallas, basada en la
información que me dio una de las organizadoras y en lo que he visto yo en
estos días.
Todos
los eventos tienen imprevistos, me dijo la organizadora, es cierto, pero
algunos de esos imprevistos no tienen presentación, no hay cómo justificarlos
sin avergonzarse. El primero de ellos tiene que ver con la programación,
imprimieron programas, pero son ficticios, pues cuando uno va al festival se
encuentra con que no van a proyectar lo que dice en el programa, lo que pasa es
que imprimimos mal los programas, me dijo la organizadora cuando le pregunté
por el taller de animación, usted sabe que en todos los eventos hay
imprevistos. Como el taller no era el día que decía en el programa, fui el día
que me dijeron que era, el sábado a las nueve de la mañana, eran las diez y
cuarto y no empezaba, es que están en un desayuno y llegó la prensa, entonces
es mejor que se queden allá porque les están tomando fotos, pero esperen que no
demoran, por ahí en cuarenta minutos empieza.
El
día de la inauguración estaba programado presentar un documental sobre Mariana
Abramovic, pero resulta que el lector de DVD no leyó el dvd, en palabras de una
de las organizadoras: Usted sabe que no todos los lectores leen todos los dvds,
entonces tocó presentar otra, pero hoy ya encontramos un lector que sí lo lee,
o sea que ahora sí la vamos a presentar, todos los eventos tienen imprevistos,
por ejemplo las películas de Cuba, el país invitado, no alcanzaron a llegar,
pero encontramos aquí en Barichara a una persona de Cuba que tenía unas
películas y nos las prestó y pasamos esas. Además un invitado nos canceló a última
hora porque se le presentó una oportunidad laboral, todos los eventos tienen
imprevistos.
Cuando
le pregunté sobre el éxito del festival y la asistencia de la gente, me dijo:
Pues la asistencia ha sido un éxito porque las películas que se presentan aquí
no son comerciales, son hechas con las uñas, esas películas son un ladrillo para ellos, ellos no las entienden, entonces
ver diez personas viendo una película de esas, es un éxito.
Subestiman
al público.
La
gente de Barichara quiere ver cine, hay gente que ha venido del campo a ver las
películas del festival, pero el sonido es tan, pero tan malo, que terminan
saliéndose. He ido a mejores festivales, hechos con menos de la cuarta parte
del presupuesto de este. Cómo es posible que no contraten ingenieros de sonido
profesionales y que la gente se vaya desilusionada porque no se entiende nada, pues
no entienden las películas, no porque no sean comerciales, como dijo una de las
organizadoras, que además es mentira, pues la mayoría son películas
comerciales, sino porque el sonido es muy malo.
Todos
los eventos tienen imprevistos, me repite ella, este año no se iba a hacer el
festival, pero el Ministerio llamó y dijo que sí daba la plata, que no se podía
dejar morir el festival, que había que hacerlo en estas fechas, entonces no
tuvimos sino un mes para hacer todo lo que ven aquí.
Las
cosas se hacen bien o no se hacen, salieron con un chorro de babas. Es una
falta de respeto con la gente que estaba realmente ilusionada, la gente de
Barichara quiere ver cine y quiere actividades culturales, pero bien hechas, más
aún si son financiadas con dineros públicos. Para terminar mencionaré tan sólo
uno más de los imprevistos de este festival, más que un imprevisto, un descalabro:
los spots.
la desfachatez es tan colombiana como el aguardiente. es una lástima que tantos hayan perdido el tiempo.
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