"Un día, mientras llevaba a mis ex patrones, el señor Ashok y la señora Pinky, en su Honda City, el señor Ashok me puso una mano en el hombro y me dijo:
_Para a un lado.
Acto seguido, se echó hacia delante, tan cerca que olí la loción de afeitado- era deliciosa: un aroma frutal aquel día-, y me dijo, como siempre con mucha educación:
_ Balram, voy a hacerte unas preguntas, ¿de acuerdo?
_ Si, señor- dije yo
_ Balram- me preguntó el señor Ashok-,¿Cuántos planetas hay en el cielo?
Yo le respondí lo mejor que supe.
_Balram, ¿quién es el primer ministro de la India?
Y luego:
_Balram, ¿Cuál es la diferencia entre un hindú y un musulmán?
Y también:
-¿Cómo se llama nuestro continente?
El señor Ashok se echó de nuevo hacia atrás y le preguntó a la señora Pinky:
_¿Has oído sus respuestas?
_ ¿No está bromeando?- preguntó ella, y mi corazón se aceleró, como cada vez que hablaba.
_No. Éstas son las respuestas que él considera correctas.
Ella soltó una risita al oírlo, pero él ( yo lo veía en el retrovisor) estaba muy serio.
_La cuestión es que él habrá ido seguramente…¿cuánto?, ¿dos o tres años al colegio? Sabe leer y escribir, pero no asimila lo que ha leido. Está a medio hacer. Aquí abunda la gente como él, te lo aseguro. Y nosotros confiamos nuestra gloriosa democracia parlamentaria- me señaló a mí- a personajes de este tipo. Ésa es la gran tragedia de este país.
Suspiró.
_ Muy bien, Balram. Ya puedes arrancar."