El día de hoy he
intentado no pensar en mi billetera que se perdió ayer. Todo empezó hace unos
meses cuando compré una billetera nueva, no tenía la más mínima intención de
cambiar la vieja porque la amaba. La compré porque me pareció
muy bonita como para dejarla pasar y pensé que no estaba de más tener el
reemplazo para mi amada billetera si llegaba a perderse algún día. Desde ese
día mi billetera vieja empezó a perderse y aparecer, parecía que quería irse de
mi lado. Lo noté y me dije: por unos días no voy a sacar esta billetera porque
se quiere perder. Ayer se me olvidó todo eso y la saqué y se perdió.
Aún
espero que aparezca por algún milagro, que esté en manos de una buena persona
que digite mi nombre en internet y me ponga un mensaje diciéndome que la tiene,
tengo todos mis papeles ahí, necesito la cédula para un montón de trámites que
tengo que hacer la semana entrante. Y mi amor por mi billetera es muy grande.
Si no hubiera comprado aquella billetera que no necesitaba…
¿Será que si boto la nueva vuelve mi vieja billetera? La antigua es mi verdadero amor. Llevábamos casi ocho años juntas.
jajajaja genial. Eso es. Por un momento pensé que leía a Millás.
ResponderBorrarEl problema es que botes tu billetera amante y alguien te la regrese, y entonces empezará a vengarse sutilmente de ti, te esconderá los papeles, te botará el dinero, todo con el argumento de que sabe que no la amas. Lo mejor es que guardes las apariencias con tu nueva billetera.